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martes, 13 de julio de 2010

Relatos breves de largas historias: el caimán (6ª parte)

Dicen que todo tiene un final, la vida misma sin ir más lejos. El final de Villa ya llegó, que no así su historia (y tampoco de historias y leyendas).

- ¿Qué es eso? parece una tortuga arrugada - ironizó el capibara de mayor volumen de la manada. Probablemente fuera el menos indicado para hacer un comentario de dicha naturaleza, pues precisamente la suya no era una vida respetable.
- Es una cría de cocodrilo.
- ¡Quita ese bicho de encima pajarraca! - contestó el capibara mientras intentaba deshacerse del pequeño cocodrilo, que tras quedar descubierto por Jaitana intentaba subirse por las patas del capibara.

Y preguntarán por qué si todos los "animalitos" de esta historia tienen nombres, apellidos e incluso dni, el capibara no. Buena pregunta. Espero que mi contestación os resuelva la duda: "te lo miro y mañana lo vemos ". En honor a todos los capibara que me han dado clase desafortunadamente en tantos años de estudios.

Y parece increible, pero es bien cierto que esa cría era de Villa. Parece algo inverosímil que distintas especies con deformidades parecidas, cocodrilos y caimanes, por mucha familia que tengan en común puedan dejar una descendencia, que viva y que esté ahí, delante de capibaras y Jaitana.

Poco tiempo después y tras muchos cuidados (¡mimos, muchos mimos!) Villasán alcanzó la suficiente madurez para, en un momento débil de azúcar y frágil de sal, se tapiñara a Jaitana. Y fue grande, muy grande, como ninguno. Tuvo suerte en su vida, jamá supo los menesteres a los que prestaba su tiempo su padre, y poca cosa más pudo saber de su madre. Mejor para él. Y fue importante, el más importante, a pesar del rechazo sufrido por las comunidades de cocodrilos y caimanes, puesto que éstos no le veían como ninguno de ellos. Pues incluso a pesar de esto, logró una vida digna, importante, para el recuerdo (buen recuerdo, que no Villa recuerdo).

¿Moraleja? Quien con dientes, bolso caro y pieles de lagarto se acuesta, ten un hijo que se comerá a tu niñera.

Y hasta aquí pude escribir. Puede que la historia os haya gustado, más o menos, más más, o menos menos, o más que menos, o menos es más, o más por menos, o el que yo creo que diréis todos al enteraros de su finalización, que es ¡MENOS MAL!

2 comentarios:

  1. ¿Un hijo?...¡Quien se lo iba a decir a Villa!
    en fin... cosas peores se han visto ;)

    por cierto, yo también vuelvo tras unos días de "Moros y Cristianos" en Oliva (Valencia) y la semana próxima me vuelvo a marchar de viaje (más tiempo)... a ver si tengo posibilidad de conectar en 'destino'.
    abrazos
    ---
    campeones campeones oeoeoe

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  2. ¡Felices vacaciones Mariluz!

    Espero sorprenderte con el alien del próximo relato ;-)

    Abrazos.

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